5 1 votar
Calificación del artículo

La mayoría de mis amigos tuvieron hijos antes que yo, y la familia y los amigos me preguntaban a menudo cuándo iba a tener hijos. A lo largo de mis 20 años sabía que me iban a preguntar eso cada vez que asistiera a una reunión familiar. Desde muy joven supe que no me interesaba tener hijos a los 20 años. Quería disfrutar de verdad de mi vida, viajar y salir de fiesta a gusto. Tenía muy claro que si elegía traer vida a este planeta, mi vida se transformaría por completo y eso no me interesaba en absoluto.

Tenía 20 años cuando me preguntaron "¿Cuándo piensas tener hijos?". Recuerdo que respondí "En 10 años". Con el paso de los años esa respuesta cambió a "Cuando tenga 30 años". Recuerdo que se sorprendían mucho al escuchar eso y decían "¿30? Eso es demasiado viejo". Una de las ventajas de ser yo es que nunca me ha importado lo que los demás piensen de mí, sobre todo porque siempre he sido diferente. Desde pequeña vi la vida de una manera diferente, sabía que era diferente y lo acepté. Así que para los que pensaban que era rara por querer esperar hasta los 30 años para tener hijos, pues simplemente no me importaba. Era mi vida, y si alguna vez decidía traer niños a este planeta, iba a ser mi elección, y no porque me sintiera presionada por mis amigos y mi familia o la sociedad para hacerlo.

Recuerdo haber expresado a mis amigos la importancia de prepararme para ser padre. Desde que tenía 17 años les decía a mis amigos que una persona tiene que prepararse para ser padre antes de traer hijos a este mundo. Deben tomar clases de paternidad y entender realmente en qué se están metiendo antes de dar el paso. No hay vuelta atrás, así que si vas a hacerlo, entiende la responsabilidad que cambia la vida que es ser padre. A esa edad, a mis amigos no les importaba tener ese tipo de conversaciones, pero en el fondo sabía que no quería eso para mí, al menos no pronto.

A lo largo de mis 20 años viajé, salí mucho de fiesta y también me preparé, no específicamente para ser una buena madre, sino para ser una mejor versión de mí misma. Seguí centrándome en formaciones y cursos de desarrollo personal y mi trabajo espiritual interior también se intensificó. A finales de los 20 años empecé a sentar la cabeza y supe que mi vida iba a tomar una dirección diferente. Estaba preparada.

Mi primer hijo nació el 10 de noviembre de 2010, yo tenía 30 años. ¿Lo planifiqué? No, en absoluto, no en el sentido de que sintiera que iba a cumplir 30 años y que necesitaba tener un hijo. Sabía que estaba preparada y que quería tener un hijo, y además algunas de mis amigas tardaron años en quedarse embarazadas. Pensé que si empezábamos a intentarlo, nos llevaría un tiempo y al final nos quedaríamos embarazadas. Pues bien, me quedé embarazada al primer intento, ¡y fue perfecto!

Siempre he sido una persona poco convencional que no sigue las normas sociales. Eso ha hecho que mucha gente me juzgue durante toda mi vida por lo que creo y por cómo elijo vivir. Como puedes imaginar, los juicios y las críticas aumentaron cuando comencé mi viaje como madre no convencional. La familia y los amigos me lanzaban sus dos centavos no solicitados cada vez que tenían la oportunidad de hacerlo, simplemente porque no entendían por qué criaba a mis hijos de la manera en que lo hacía. Muchos de ellos se han disculpado por juzgarme cuando lo hicieron, reconociendo que simplemente no lo entendían. He aprendido a entender que los demás simplemente no entienden y por eso juzgan, y también sé que con el tiempo lo entenderán. Sigo avanzando, sin permitir que sus juicios y críticas me afecten, y es simplemente porque realmente no me importa lo que otros sientan sobre quién soy y por qué hago lo que hago.

Decidí crear este blog para mamás porque siento que hay muchos temas de los que me encantaría hablar, y sé que hay muchas mamás poco convencionales por ahí a las que les encantaría tener un lugar donde reunirse con mamás afines.

Además, cuando facilito mis formaciones, comparto sobre mi condición de madre y mis experiencias como tal y uno de los complementos más frecuentes que recibo es que mis hijos tienen mucha suerte de tener una madre como yo. Y en realidad, estoy realmente bendecida por tener los hijos que tengo. Me encanta tener la oportunidad de tener esta plataforma para compartir con vosotros todas mis experiencias como madre. Mis pruebas y evolución en este viaje de la maternidad.

Quiero que sepas que este lugar es para ti, la mamá que necesita una comunidad con la que charlar y que no la juzgue, sino que le dé espacio para hablar y compartir y desahogarse y crecer y transformarse. Te veo mami, sé que estás haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes y quiero que sepas que eres suficiente. ¡Eres suficiente! Eres maravillosa, y juntos podemos crecer y convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos.

En abundancia,

Maggie Ramírez

invitado
0 Comentarios
Retroalimentación en línea
Ver todos los comentarios